Los Conflictos en el Trabajo

 

El Conflicto.

Es habitual que en el lugar de trabajo se produzcan conflictos entre los trabajadores que desempeñan sus funciones. En general los conflictos surgen por motivos muy variados:

    Divisiones, tensiones o marginaciones en un grupo de trabajo.

    Diferencias personales entre las partes implicadas, que derivan de percepciones diferentes de una situación concreta.

    Falta de información o utilización de la misma de forma sesgada y manipulada.

Cuando dos personas están enfrentadas por ejemplo dentro de un equipo de trabajo, existen tres posibles vías de solución:

    Uno gana y el otro pierde.

    Ambas partes puedan salir beneficiadas o perjudicadas por igual de la situación.

    El conflicto desemboque en un punto muerto y no se produzca ningún cambio.

No hay una forma ideal única de manejar los conflictos, ya que existen una serie de estrategias y tácticas derivadas de:

    Las Circunstancias que provocaron el conflicto, y las consecuencias y resultados del conflicto.

    Los Puntos de vista y opiniones sobre la situación creada por las personas en conflicto, y los comportamientos de esas personas.

Los conflictos son inevitables, porque siempre habrá intereses contrapuestos, problemas y enfrentamientos.

La principal consideración es el papel que la persona que va a afrontar un conflicto debe adoptar. Si se evita el conflicto o por el contrario se trata de manejar el mismo.

Según Blake y Mouton, las posibles modalidades de respuesta de los conflictos son:

Evitación

Obviar y abandonar el conflicto, sin involucrarse en ningún momento en la situación planteada.

Acomodación

Suavizar las diferencias con la otra parte para preservar la relación.

Compromiso

Permitir que cada parte resulte parcialmente satisfecha.    

Solución de Problemas

Afrontar la situación y buscar las alternativas que logren que cada parte quede suficientemente satisfecha.

Confrontación

Llevar el conflicto a una lucha en que sólo uno puede ganar.

Tipos de Comportamiento

Los fallos en la comunicación y los prejuicios mutuos pueden fomentar la aparición del conflicto.

La forma en que las partes expresan el conflicto es muy importante:

Manifiesto

Cuando el conflicto es abierto y activo, las conductas conflictivas suelen ser evidentes:

    Discusiones acaloradas y endurecimiento de las posiciones.

    Gritos y malas caras.

    Insultos continuos.

Latente

Cuando el conflicto es latente o reprimido los signos no son tan evidentes.

    Envío de comunicaciones escritas para evitar el contacto cara a cara, o comunicación a través de subordinados o terceros exclusivamente.

    Retraso de las decisiones para bloquear al otro.


El Conflicto Derivado de un Problema

En casi todas las empresas hay pequeños conflictos que acaban haciendo enormes problemas, que ponen en peligro los resultados, la satisfacción de los empleados y su desarrollo profesional.

El conflicto es una realidad de la empresa y en sí mismo no es ni bueno ni malo.

En la mayoría de las ocasiones cada una de las partes tiene algo de razón, y esto hace que el trabajo de encontrar una solución aceptable sea difícil.

    El conflicto puede aumentar la motivación y creatividad de los participantes.

    La participación en un conflicto puede hacer que la persona posea la capacidad de resolver problemas en situaciones competitivas.

    Permite conocer mejor sus valores y opiniones personales sobre problemas importantes, y aclarar sus ideas para poderlas presentar de forma convincente a quienes no están de acuerdo con él.


No obstante, la capacidad de manejar los conflictos de forma productiva es esencial para el éxito de la gestión de los negocios por ello es esencial conocer un método de negociación que ayude a manejar el conflicto de forma más eficaz.

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